martes, 23 de julio de 2013

Valladolid y Salamanca a la UVI.

Las ferias taurinas de Valladolid y Salamanca son un claro ejemplo de la penosa situación de la Fiesta de los Toros. Un mundo liderado por Taurodelta, Matilla, y sus lacayos.

De VALLADOLID, para mí, sólo se salva entera una corrida, la de Adolfo Martín. Se salva por la ganadería y por los tres toreros: por fin una empresa pone a un torero que se lo ha ganado: Joselito Adame.

Los tres días siguientes, Domecq, Domecq y Murube. Figuras, esas que van año tras año en el mismo cartel, y mediáticos (este año es excesivo, hay muchos). No sé qué interés pueden despertar estas tres corridas.

La última se salva un poco. Un poco, porque está Fandiño.

SALAMANCA, esa sí que está mal. Año tras año reduciendo festejos. Es imperdonable que Salamanca no se aproveche de su magnífico campo bravo, en el que se crían varios encastes, muchos de ellos en peligro de extinción. Pasa lo mismo, Domecq, Domecq, Domecq... y bueno, la de El Puerto de San Lorenzo.

Lo novillada: de absurdo cartel. La corrida charra: sobra El Capea y se extraña a Damián Castaño. Mano a mano: creo que ya es el tercero anunciado esta temporada entre los dos matadores. Ya vale. La mixta: pues vale... La de El Pilar y la de rejones: me gustan.

Es increíble que no estén en esta feria toreros como David Mora, que bien se lo ganó el año pasado, Damián Castaño, que todavía no ha tenido la oportunidad en su tierra desde que tomó la alternativa, la ganadería de Adelaida Rodríguez, que echó sin duda ninguna la mejor corrida del año pasado.

En fin... esto es una mierda. De todo esto, me quedo con...



miércoles, 3 de julio de 2013

"Marqués de Villagodio"

Ganadería "Marqués de Villagodio".


Don José de Echevarría y Bengoa, Marqués de Villagodio, compró en 1892 setenta vacas de la ganadería del Duque de Veragua y dos sementales de don Jacinto Trespalacios, ganadería de casta vazqueña, creando así la ganadería “Marqués de Villagodio”. Sus animales pastaban en la finca "San Pelayo", situada en Coreses, a muy poca distancia de Zamora.


Para hacernos una idea de cómo era su ganadería, podemos leer el siguiente texto que escribe Joaquín Bollsolá en el seminario taurino Sol y Sombra en el año 1903.

“El tipo de las reses de Villagodio no puede ser más bonito y acabado, reuniendo todas las condiciones exigidas al ganado destinado a la lidia, marcándose mucho el parecido con el de la ducal vacada. Abundan extraordinariamente las capas berrendas, habiendo, además, ensabanadas, jaboneras, coloradas, cárdenas y  negras, en sus múltiples variedades y combinaciones”.

En 1909 siguió con la línea de Veragua al adquirir un semental del ganadero Víctor Biencinto, y en 1917 agregó a su ganadería dos sementales más, de origen Santa Coloma, con el afán de mejorar la bravura.

A la muerte del marqués, en 1920, sigue la ganadería en poder de sus herederos. La viuda del señor marqués enajena la vacada, en 1924, a los hermanos don Ignacio (Sepúlveda) y don Antonio Sánchez y Sánchez (de Agustínez) (al principio lo llevababn juntos y en 1956 se separan), que varían el hierro. Posteriormente pasó por sucesivos propietarios: Germán Pimentel Gamazo, Ramón Fernández Zúmel, y el navarro César Moreno-Erro, hasta que, en 1990, la adquiere Isabel Núñez que le agrega 100 vacas de su propiedad, procedentes de Carlos Núñez y la vende inmediatamente a una sociedad que la anuncia actualmente a nombre de "Aguadulce" (divisa verde y blanca), cambiando hierro y agregando más hembras de origen Núñez. Nada, pues, de vazqueño aquí.


El aficionado práctico Joaquín Prieto, en cuya panadería (Las Carabelas) se hacen los mejores panes de toda Zamora, y lo digo porque es verdad, toreando una vaca de Villagodio en "San Pelayo".

En 1934, Alfredo y Eduardo Echeverría Victoria de Lecea, hijos del Marqués, compraron la cuarta parte de la ganadería del salmantino Francisco Sánchez, vecino de Coquilla procedente de Albaserrada y Santa Coloma. Después de diez años, la finca San Pelayo volvía a servir de pasto para las vacas. Los toros lo hicieron en El Aguachal, en Medina de Rioseco, hasta el año 1939 que pasaron a los prados de Escuadra, muy cercanos a San Pelayo. La ganadería pasó a llamarse “Villagodio Hermanos”.

En 1962, como único propietario Alfredo Echevarría, quien heredó el título de Marqués de Villagodio, adquirió vacas de Lisardo Sánchez y sementales de Antonio Urquijo y Santa Coloma.

En 1984 vendió la ganadería a Sayalero y Bandrés.

Durante las décadas de 1920 a 1950 la ganadería tuvo mucho prestigio en plazas del norte de España como Pamplona, Logroño, San Sebastián y Bilbao, y en plazas francesas, como Mont- de Marsan, Burdeos, Béziers y Dax.

En cuanto a toreros que habitualmente toreaban las corridas de la ganadería podemos citar a Marcial Lalanda, Gitanillo de Triana, Juanito Belmonte, Pepe Luis Vázquez y Luis Miguel Dominguín, con quien Macario, el mayoral, dio la vuelta al ruedo en Valencia en 1947. Belmonteño tomó la alternativa con los de Villagodio en Zamora en el año 1945, triunfando.

En la actualidad, la familia Villagodio sigue siendo propietaria de la finca "San Pelayo", pero casi nada queda de aquel sueño que hizo realidad Don José de Echevarría y Bengoa. Una plaza de tientas derruida,  campos de cultivo en sustitución de los árboles... 


Es una pena ver el estado en el que se encuentra la plaza cuadrada de tientas, que tantos momentos de gloria dieron a su ganaderos, a Zamora y a los aficionados.